lunes, 21 de noviembre de 2016

Estoy confuso

Billy está confuso
Está tan confuso que se golpea a si mismo
¡Golpe crítico!
Billy ha caído debilitado
¿Quieres seguir luchando?
...
Pues mira, creo que si
Después de todo, que tengo que perder
La lucha nunca cesa del todo, y hay que saber encajar golpes
y levantarse solo hace que te duela más el culo.

No me diseñaron para esto, pensaba:
Se olvidaron de los escudos, y de las baterías de reserva;
Mi movilidad es reducida, me cuesta esquivar;
No tengo buenos escáneres, y hay cosas que no capto;
Y me falta un corazón que proteger

Nuestra conciencia es horrible,
y es que nos tiene locos perdidos.
Si nos preocupamos por todo, como parece que la divertimos más,
explotamos en millones de angustiados pedazitos de hígado,
pero si por el contrario, no lo hacemos por nada, se aburre y te hace el ser mas desgraciado de esta vida.
Y es que en esta vida hay que vivir preocupados,
suprimidos por los límites del subconsciente que no te deja olvidar
que te oxida por dentro, aguijoneando tus lagrimales, lanzando cerillas encendidas al bosque

jueves, 17 de noviembre de 2016

Para desempolvar este antro.

   He decidido empezar una pequeña historia, no big deal, lo justo para desenmarañarme las ideas y volver a la acción.
   Pero ahora tengo que echarme a pensar sobre que debería llevar este cuentecito como tema principal...
Tengo una idea (creo). Si, puede funcionar, y quizás, solo quizás nos acabemos conociendo algo mejor... O igual no, pero regardless, vamos a ello.

   Pongamos como protagonista a un joven y apuesto caballero qu-... ¿Y por que tiene que ser así? Nah, la realidad dista mucho de parecerse a los cuentos, y ya llevo mucho tragandome estereotipos que digan lo contrario, que hemos de ser perfectos, protagonistas de cuentos. Nope, not going trough that shit. Así que el protagonista va a ser una personita, asi como que muy pequeñita, ¿no? Si, mejor así. Si fuese mas grande, las demás personas podrían darse cuenta de que está ahí: empezarían a encasillarla, a criticarla, hasta a burlarse, y... no. Nadie merece eso, así que será pequeñita.
   Esa personita nació de mi imaginación, preparada para estrar en una historia aún sin saberlo, pero, por error, cayó en una burbuja, qué desafortunado accidente. Sorprendentemente (O no tanto, no todas las burbujas son de jabón) esta no se rompió, acogió a esta como si de un cojín demasiado mullido se tratara, y de buenas a primeras se vió encerrada entre sus paredes.
   Ser tan inocente debió de ser genial, ¿no creeis? Yo me lo perdí, y aunque no lo lamento del todo, preferiría dejar un poco más a esta personita conservar su fe en la humanidad... solo un poco.

   Prosigamos:
Encerrada en es burbuja como se hallaba, la personita solo podía observar la historia desde fuera.
Aún no era consciente de como funcionaba este nuevo entorno, no estaba preparada para ello, nadie la había enseñado, así que le tocaba ingeniarselas por su cuenta. Yo, obviamente, no podía hacer nada: No es propio del escritor ir e intervenir en la vida de un personaje porque las cosas se tuerzan (Creedme, lo he intentado); Así que la dejé allí, a su bola (¿Lo pillaís? Porque está en una burbuja... jejeje), y me fuí a comer. Tras el sandwich de ensalada vegetal, que os enseñaría a hacer, pero mejor no, casi me atraganto por la sorpresa.
Mi historia.
No estaba.
Osea, estaba ahí, pero a la vez no, ahora era diferente, nada de lo que había planeado, era... Era una burbuja.


Y bueno, siento cortaros aquí, pero ya ha habido demasiado delay en el lanzamiento de la primera entrada, y quiero seguir desde otro ángulo, así que os dejo con esto por aquí, y a ver si consigue, pues eso, desempolvar este antro :D